.
En época romana, especialmente durante los reinados de los emperadores Trajano y Adriano, se creó en el occidente peninsular una gran ruta de comunicación que unía la cornisa Cantábrica con las tierras del sur de Hispania. Por ella circularon mercancías, tropas, comerciantes y viajeros, en un continuo tránsito que favoreció la difusión de la cultura romana, su lengua y modos de vida, a la vez que facilitaba el control del territorio que necesitaba la administración del Imperio Romano. Esta ruta se siguió usando a lo largo de los siglos, tanto por árabes como por cristianos durante la Edad Media, para continuar después desempeñando un importante papel en la red de comunicaciones de la Península Ibérica. La riqueza del pasado histórico de la Ruta de la Plata, cuyo nombre deriva del árabe balat, "camino empedrado", se pone de manifiesto en los innumerables vestigios que jalonan su recorrido, que ofrece uno de los conjuntos más interesantes de nuestro Patrimonio histórico.
*
Los romanos construyeron a lo largo de todo el Imperio varios miles de kilómetros de calzadas que formaban una compleja red de comunicación constituida por diversos tipos de vías. La importancia del camino, unida a la geografía de los lugares por los que transitaba determinaron, en cierta medida, el sistema constructivo elegido en cada caso. Pese a ello la mayor parte de las calzadas romanas comparte una serie de aspectos comunes. Para su construcción se excavaba el terreno hasta alcanzar un nivel firme que servía de drenaje y asiento de las capas superiores constituidas por tierra y piedras que servían para obtener una estructura sólida. Finalmente se disponía un empedrado de grandes losas que pavimentaban el camino confiriéndoles su aspecto característico, cuyos vestigios en muchas ocasiones han perdurado hasta nuestros días.
*
Al paso de los caminos romanos a menudo fue necesario realizar otras obras de infraestructura que facilitasen su recorrido por lugares de difícil relieve. En las laderas de las zonas montañosas se levantaron muros laterales de contención o calzos (de lo que deriva el nombre de calzada) mientras que en el paso de los arroyos o ríos se construyeron desde pequeñas alcantarillas hasta grandes puentes, algunos de los cuales constituyeron verdaderos alardes de ingeniería para cuya construcción se utilizaron complejos sistemas. El dominio de las técnicas constructivas en época romana se pone de manifiesto en la construcción de grandes puentes que 2000 años más tarde son grandes monumentos, a la vez que siguen cumpliendo su función original.
*
En época romana los desplazamientos de largo recorrido se realizaban en caballerías y en diversos tipos de carruaje. En general se trataba de vehículos rudimentarios que hacían que los viajes fueran lentos y que fuera preciso realizar numerosas cambios de posta. Por ello a lo largo de los caminos estaban distribuidos lugares de descanso de diversos tipos: los más sencillos eran las llamadas mutationes o pequeñas instalaciones destinadas únicamente al descanso y avituallamiento y cambio de caballerías. Pero también existían otras instalaciones de mayor importancia, denominadas mansiones, que ofrecían al viajero otros servicios y que en muchas ocasiones coincidían con ciudades, en otros casos el continuo tránsito por el camino hizo que en torno a estas mansiones surgiera también una ciudad. Para conocer la distancia recorrida y el camino restante hasta el lugar de descanso siguiente los viajeros que transitaban por las calzadas disponían de los llamados miliarios; estos consistían en hitos de piedra de forma cilíndrica y de grandes dimensiones en los que además de la información propia de señalizaciones viarias se recogían otros aspectos relacionados con la calzada como la época de construcción y el nombre del emperador reinante o las reparaciones realizadas en el camino.
*
*
[Texto e imagen en: http://www.rutadelaplata.com/]
No hay comentarios:
Publicar un comentario