domingo

122.1 estaciones del mundo. damasco. actualidad en la red (1)


 
la estación del hijaz y la sombra de aranda
 
En la estación del Hijaz de Damasco han arrancado los raíles del tren. Detrás de su histórico edificio, ya sin andenes, obra del arquitecto español Fernando de Aranda, hay un profundo y amplio hueco sobre el que tiene que edificarse no sé qué complejo hotelero y de centros comerciales y residencias de lujo, que después del terremoto de sangre que sufre la antaño estable república de Siria, podría aplazarse ad calendas grecas.
 
Su vestíbulo con artesonado techo, ventanales de policromos cristales, altos zócalos de madera, esta vacío. Solo queda una decrépita cafetería adyacente en la que se penetra por una puerta lateral, con desvencijadas mesas en torno de las que masculinos parroquianos juegan a las tablas reales, fuman indolentemente sus narguiles o pipas de agua, y sorben despacio vasos de té, mientras la televisión estatal con sus noticiarios se asoma por una gran pantalla plana colgada en la vetusta pared.
 
Nunca en tantos viajes a Damasco, he visto ni trenes ni pasajeros en la estación del Hijaz.
 
La estación, durante años desafectada, se eleva al fondo de la céntrica avenida de Al Nasr, a poca distancia del abigarrado gran zoco cubierto de Hamediye que conduce a la gran mezquita de los Omeyas. Es una bella construccion, nada aparatosa, de dos plantas de grácil estilo europeo, con pórtico de columnas sobre escalinata, en la que se incorporaron numerosos elementos característicos de arquitectura árabe. Aranda, como escribe en su opúsculo mi colega Eugeni García Gascón, hizo importar los azulejos de su fachada de Talavera de la Reina.
 
Conocí en Beirut, hace años, a familiares de este gran arquitecto, autor de otros notables edificios públicos de Damasco, como el Serrallo o sede del ministerio del Interior, o incluso algunas mezquitas, envuelto en una cierta leyenda. Su padre, director de las bandas militares del imperio, había estado al servicio del último sultán otomano.
 
Fernando de Aranda se estableció en Damasco en los años de la Primera Guerra Mundial, y fue también vicecónsul de España y de otras naciones europeas, con la intrépida misión de proteger a sus súbditos. Se casó con una mujer de rica familia turca, convirtiéndose al Islam, adoptando el nombre de Mohamad, y fue enterrado en la antigua ciudad de los Omeyas, en el pequeño cementerio musulmán de Bab el Chegir.
 
Al alborear el siglo XX, el sultán Abdul Hamid, cuando la Sublime Puerta dominaba sobre todos estos pueblos, ordenó entre 1917 y 1920 la construcción de esta vía férrea desde Damasco a Medina, para que los musulmanes pudiesen viajar con más seguridad a los Lugares Santos del Islam.
 
El pachá o gobernador de la plaza tuvo durante siglos la misión de guiar y proteger las caravanas de peregrinos. Todavía hoy, la milenaria ciudad es parada y fonda de creyentes de Mahoma que se encaminan hacia La Meca y Medina.
 
(Tomás Alcoverro, LA VANGUARDIA, en: 
http://blogs.lavanguardia.com/beirut/la-estacion-del-hijaz-y-la-sombra-de-aranda/.
imagen en: http://www.losviajeros.com/)

122.2 estaciones del mundo. damasco. actualidad en la red (y 2)

 
 
Se organizó una suscripción pública en tierras del Islam, para financiar su construcción. En la misma época se realizó la obra del tren entre Berlín y Bagdad. Estas redes ferroviarias estaban conectadas y aspiraban a fortalecer la autoridad del sultán sobre sus provincias árabes, proteger el Haj o peregrinación y defenderse de la invasión británica.
 
El tren del Hijaz -nombre de la región saudí de las dos santas ciudades musulmanas- fue utilizado por la Sublime Puerta para trasladar sus tropas, acarrear sus armas con el objetivo de aplastar la rebelión de los nacionalistas árabes, alentados por Gran Bretaña y Francia contra su gobierno.
 
El legendario Lawrence de Arabia, mítico agente imperial británico, se hizo famoso capitaneando asaltos armados, como el de Deraa, donde el año pasado comenzó el levantamiento contra el régimen baasista, a este tren, cuando combatía codo con codo, junto al Cherif de La Meca y sus mesnadas empeñadas en derrocar el poder del sultán. En muchas de aquellas cintas cinematográficas como Lawrence de Arabia de 1962, fueron recreadas aquellas luchas cuerpo a cuerpo entre soldados otomanos y tribus beduinas.
 
Las guerras interminables y, sobre todo, la fundación del estado de Israel en 1948 dieron la puntilla a algunas de estas líneas férreas, como la que orillaba el levante mediterráneo atravesando Beirut, con dirección a Haifa, de la que no quedan ni los travesaños.
 
El tren del Hijaz, su estación damascena, tuvieron un aliento de vida cuando en 1999, gracias a una convergencia política de los gobiernos de Siria y Jordania, volvió a ponerse en circulación su tramo de ferrocarril entre Damasco y Amman. Doscientos veinticinco kilómetros que se recorrían en seis horas. Sus gobernantes esperaban que este tren reforzase los desplazamientos de sus habitantes y el comercio. Empezó entonces con varios viajes semanales, pero ya hace tiempo que nadie oye silbar sus locomotoras a través de los paisajes.
 
Su resurrección fue muy efímera y la bella estación que me recuerda las de Estambul y Bagdad, construidas durante el Imperio otomano, ha vuelto a ser un vacío y no declarado museo en medio de esta ciudad monumental.
 
En estos meses de guerra, sin extranjeros ni turistas, fotografiar su fachada, la vieja máquina de vapor, de un tren que el tiempo se llevó, dispuesta cabe a la porticada entrada, despierta simpatías de los damascenos. La pequeña estación del Hijaz está triste como toda la capital.
 
(Tomás Alcoverro, LA VANGUARDIA,
imagen en:  http://www.minube.com/)

122.b el todo por la parte.

 
CAN - REV - EST - VAG - AND - TAQ - RAI - AVE - FER - LOC - VIA
de trenes
 
 
1.- Persona que valida(ba) el billete durante el trayecto.
2.- Tren que alcanza en algunos tramos los 350 k/h. España ha conseguido estar en el primer lugar de la lista de países por kilómetros de esta red.
3.- Validar el billete previamente a subir al tren.
4.- Tren, dicho de otro modo.
5.- Quien arrastra con su potencia, sea conseguida por carbón, o eléctricamente.
6.- Plataforma.
7.- Por donde circula el tren.
8.- Por donde circula el tren, también.
9.- Compartimento de pasajeros.
10.- Si no se hace automáticamente, donde una persona simpática y muy amable expende el billete.
11.- Edificio vinculado al tren. Conocidas las de Atocha, en Madrid, Sants, en Barcelona, Lyon, en París, Florida, en Buenos Aires, o Waterloo en Londres.
 
(imagen en: http://www.abc.es/)

qué difícil es hablar el español