"mi misión es que la gente pueda perseguir la felicidad"
Jigme Thinley, primer ministro de Bután
Jigme Thinley, primer ministro de Bután
Bután, ese pequeño país del Himalaya encajonado entre India y China, se ha convertido en el símbolo de la felicidad. O al menos su Gobierno hace proselitismo para que los políticos de todo el mundo complementen su indicador económico, el todopoderoso PIB, con otros índices que sí "miden" la satisfacción vital. Ayer, el primer ministro butanés, Jigme Thinley, clausuró en Madrid el I congreso de la felicidad organizado por Coca-Cola. Jigme Thinley, ataviado con el traje tracional butanés, explicó ante un variopinto auditorio compuesto por ejecutivos, psicólogos y algún que otro monje, cómo funciona la felicidad nacional bruta (FNB), el índice que evalúa el bienestar de los cerca de 700.000 habitantes de Bután.
¿Es feliz?
Soy muy feliz: en primer lugar, por la integridad de mi familia, y en segundo, porque no he tenido problemas con mi salud. Pero lo más importante: porque creo que lo que hago como primer ministro mejorará las condiciones de vida de otras personas. Nuestra meta es hacer posible que la población disfrute de las necesidades básicas, una vez las tienen ya pueden perseguir la felicidad.
En un primer sondeo, del 2005, más del 90% de los butaneses dijo sentirse feliz, en mayor o menor grado. ¿Cómo ha evolucionado la situación?
A finales del año haremos una segunda encuesta. Lo que sí podemos afirmar es que las condiciones de vida han mejorado, pero la responsabilidad de perseguir la felicidad es individual. El papel del gobierno es crear las condiciones para que puedan aspirar a ser felices.
Todavía el 23% de la población está en el umbral de la pobreza.
No creemos que puedan ser felices aquellas personas para las que la vida es una lucha. Mi Gobierno -asumió el cargo en el 2008, tras las primeras elecciones democráticas del país- se ha fijado el reto de reducir la pobreza por debajo del 15% en el 2013.
Hace 30 años, el cuarto rey de Bután ya anunció que daba más importancia a la consecución de la felicidad, que se traduciría en la FNB, que al PIB.
A diferencia de en la mayoría de los países, en Bután el PIB tiene un papel limitado; nosotros apostamos por un desarrollo holístico, que logre el equilibrio entre el cuerpo, la mente y las necesidades espirituales. En épocas de crisis somos más reflexivos y honestos y nos damos cuenta de que los bienes que hemos logrado durante la etapa de prosperidad no son reales, son una ilusión: el dinero, el trabajo, la casa, las acciones, desaparecen. Hemos vivido en un mundo irreal y a costa de perder nuestros recursos naturales: en el futuro habrá guerras por el agua. Nos hemos convertido en una especie muy competitiva, queremos más bienes materiales a costa de nuestras relaciones personales. Y cuando las relaciones fallan la felicidad se hunde.
¿Han copiado su FNB?
No, ningún otro país ha adoptado este cambio de paradigma, aunque a nivel individual hay políticos, académicos, periodistas, investigadores, economistas y empresarios que se están tomando el tema con seriedad. Sarkozy está muy interesado en la felicidad, también Cameron, ex líderes de Japón y la candidata a la presidencia de Brasil. He hablado del tema con Merkel y con políticos de Afganistán, Malasia, Pakistán, India, Bangladesh, Sri Lanka y Maldivas.
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Thinley aterrizó ayer en Madrid procedente de Suiza y el sábado partirá rumbo a Corea; sus conferencias sobre la felicidad le han llevado por medio mundo. La FNB ha puesto a Bután en el mapa, sin pretenderlo se ha convertido en la mejor campaña de marketing del país.
[Rosa M. Bosch, LA VANGUARDIA, 21 de octubre de 2010.
Imagen en: http://sobrelistas.blogspot.com/]
Vocabulario:
encajonado, a -> estar en un sitio angosto; arrinconado.
ataviado, a -> participio de ataviar, adornar, arreglar, componer, vestir...
variopinto, a -> diverso, variado, multiforme.
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