UNA PAREJA NEOZELANDESA PIDIÓ EN PRÉSTAMO 5.000 EUROS A UN BANCO, ESTE LES INGRESÓ POR ERROR CINCO MILLONES Y LA PAREJA HIZO COMO EN LA PELÍCULA COGE EL DINERO Y CORRE
'bonny and clyde' en versión neozelandesa
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¡Qué injustos somos con los bancos!. Que si no dan dinero, que si el crédito se ha acabado, que si se han vuelto rácanos a la hora de conceder hipotecas y préstamos, que si sus directivos se reparten primas millonarias mientras la gente no se puede comprar ni tan siquiera un chalecito en la costa... Que no se lo digan a Leo Gao y Cara Young, una pareja neozelandesa que una mañana metió la tarjeta en el cajero y se encontró con un balance que decía así: 10.000.000.
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Diez millones de dólares neozelandeses, o unos cinco millones de euros. Leo y Cara, que tenían su cuenta en números rojos, se quedaron con los ojos como platos, al fin y al cabo esas cosas sólo pasan en las películas. Y hablando de películas, la primera que les vino a la cabeza es Coge el dinero y corre, de Woody Allen, que venía que ni pintada para la ocasión. Eso es justo lo que hicieron: crear una cuenta en el extranjero, transferir el grueso de los fondos, meter algo en la maleta, y subirse al primer avión.
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Los Bonny and Clyde en versión neozelandesa no andaban sobrados de efectivo. Regentaban una gasolinera en Rotorua, una ciudad turística de la Isla Norte del país (55.000 habitantes) conocida por los géiseres y lagunas termales de barro, y compartían una casa de las afueras con una hija de ella fruto de otra relación, y los padres y hermanos de él. Andaban tan justitos que pidieron al banco un préstamo por valor de 5.000.
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No se habla de otra cosa en Nueva Zelanda, donde el episodio ha abierto un debate moral. ¿Qué habría hecho usted?, preguntan diarios y emisoras de radio. Y para consternación de la policía, los políticos, los banqueros y los moralistas en general, la gran mayoría dice exactamente lo mismo que hicieron Cara y Leo: coger el pasaporte y la targeta para retirar fondos, y correr como gacelas. "Les deseo toda la suerte del mundo", escriben decenas de blogueros en las webs; "Los bancos son unos ladrones y se lo tienen merecido", es un mensaje muy repetido; "Que lo disfrutéis", dicen otros.
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La cuestión es a dónde se han ido. La especulación es que a Corea del Sur -de donde procede Leo- o a China, donde tienen contactos. Sus retratos han sido difundidos por la Interpol, y la policía neozelandesa ha interrogado a amigos y familiares para hallar su paradero. El banco Wespac (sede central en Australia) no ofrece recompensa. Dice que no le queda dinero.
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[Rafael Ramos, LA VANGUARDIA, 23 de mayo de 2009.
Imagen: Las noticias del día, óleo de Ana Godel,
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