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carpa... rápidamente viene en mente la imagen de una immensa lona de rayas rojas y blancas, que, dependiendo del número de vértices, tantas pistas para el espectáculo novedoso, arriesgado, divertido, habrá. el circo se acerca ahora a nosotros muy de tanto en tanto.
y dentro de una función, son muchos los oficios circenses... malabaristas, trapecistas, tragasables, domadores, ventrílocuos, magos, payasos... con el fin de entretener, de divertir. y de qué modo debe esforzarse el artista para no decepcionar, en estos tiempos en que parece que todo está visto, todo está hecho, y todo está al alcance de un click. siempre apuntando al "no va más"...
en la actualidad, se ha diversificado mucho este vivo espectáculo. ya no es necesaria solo una carpa, si cabe. cualquier rincón sirve de escenario, improvisado o no, cualquier espacio es capaz de ofrecer ese intercambio entre el actor y el espectador.
como en el teatro, si.
volvemos también a la calle, como antaño sería
en el tiempo en que las nuevas tecnologías permiten comunicar, entretener a distancia, ¿volvemos a los orígenes?
el circo, en todas sus formas, es todo un mundo. ha sido capaz de profesionalizar un hito: querer es poder, o lo que es lo mismo, todo es posible...
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esto es, punto.es
joel nakuro
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