Las dos colles locales, la Vella y la Joves, eternos rivales, se unen en la plaza del Blat para celebrar con sus vecinos el reconocimiento de la Unesco
nairobi se une a valls
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Tensión e ilusión contenida ayer a primera hora de la tarde en la plaza del Blat de Valls (Alt Camp), con el reloj del ayuntamiento acercándose a las 15:30 horas, con varios centenares de vecinos congregados en la cuna de los castells, epicentro de la rivalidad entre colles que tanto ha contribuido a hacer grande el fenómeno casteller. La expectación no la despertó ayer la eterna hostilidad entre camisas rojas y rosadas por levantar las mejores torres. Silencio, nervios e ilusión compartida casi a partes iguales entre los integrantes de la Colla Joves y la Vella de Valls, unidos excepcionalmente junto a sus vecinos para celebrar el reconocimiento de la Unesco.
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castell -> castillo, torre humana.
casteller -> participante en la construcción de un castell.
colla, colles -> grupo, equipo.
Todos los ojos clavados sobre una pantalla gigante, en el centro de la plaza, con imágenes emitidas desde Nairobi (Kenia) de los miembros de la Unesco debatiendo sobre las virtudes de expresiones de patrimoniales inmateriales. "Cuando acabe Corea empieza Spain", bromeaban en la plaza. Tras el flamenco llegaron las "torres humanas". Y a las 15:45 llegó por fin la proclamación y se desató la euforia.
En el cielo, los cañonazos de las 21 salvas lanzadas desde el consistorio en honor y gloria de los castells y el redoblar de las campanas de la iglesia. Sobre la plaza, abrazos, felicitaciones sin distinciones entre colores ni camisas e incluso algunas lágrimas. Lloraron unos recordando a otros castellers que lucharon por su reconocimiento, pero que ayer no pudieron estar en la plaza. Se emocionaron muchos al reivindicar la paternidad castellera de Valls, donde aseguran que nacieron los castells hace más de 200 años. Se enorgullecieron todos cuando las dos colles levantaron dos pilares frente al Ayuntamiento, justo delante de la plaza que recordará para siempre que un 16 de noviembre las torres humanas fueron proclamadas patrimonio de la humanidad.
Todos los ojos clavados sobre una pantalla gigante, en el centro de la plaza, con imágenes emitidas desde Nairobi (Kenia) de los miembros de la Unesco debatiendo sobre las virtudes de expresiones de patrimoniales inmateriales. "Cuando acabe Corea empieza Spain", bromeaban en la plaza. Tras el flamenco llegaron las "torres humanas". Y a las 15:45 llegó por fin la proclamación y se desató la euforia.
En el cielo, los cañonazos de las 21 salvas lanzadas desde el consistorio en honor y gloria de los castells y el redoblar de las campanas de la iglesia. Sobre la plaza, abrazos, felicitaciones sin distinciones entre colores ni camisas e incluso algunas lágrimas. Lloraron unos recordando a otros castellers que lucharon por su reconocimiento, pero que ayer no pudieron estar en la plaza. Se emocionaron muchos al reivindicar la paternidad castellera de Valls, donde aseguran que nacieron los castells hace más de 200 años. Se enorgullecieron todos cuando las dos colles levantaron dos pilares frente al Ayuntamiento, justo delante de la plaza que recordará para siempre que un 16 de noviembre las torres humanas fueron proclamadas patrimonio de la humanidad.
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"Hoy es un día para recordar los orígenes. Si los castells no hubiesen pasado 200 años de vivencias, todo lo que hemos vivido hoy no hubiera sido posible", destacó Josep Solé, presidente de la Colla Vella dels Xiquets de Valls. La reflexión que más se escuchó en la plaza fue la de premio ganador por méritos propios. "Nos lo merecíamos", comentaban dos veteranos castellers con la sonrisa aún en los labios. "Es un gran reconocimiento para todo el mundo casteller, no sólo por su espectacularidad, sino por todos los valores de una colla, como el respeto y la solidaridad", razonó Elena Llagostera, cap de colla de la Joves de Valls.
La fiesta se culminó con el lanzamiento de un millar de globos desde el aire, con los colores rosado y rojo de las dos colles locales, tantas veces rivales pero ayer aliadas en el festejo. Un centenar de escolares, que ayer se saltaron las clases junto a sus maestros, aprendieron, entre risas y euforia, reventando globos de colores, que los castells son mucho más que torres imposibles.
Tan convencidos estaban en Valls de que llegaría el sí desde Kenia, que a las dos de la tarde acabaron de colocar la placa conmemorativa en la fachada del Ayuntamiento; una senyera la cubrió con poco disimulo. Después, casi todos se fueron a comer y volvieron puntuales a la hora del café para vibrar con vistas a Nairobi. Valls está desde ayer un poco más cerca de Kenia.
"Hoy es un día para recordar los orígenes. Si los castells no hubiesen pasado 200 años de vivencias, todo lo que hemos vivido hoy no hubiera sido posible", destacó Josep Solé, presidente de la Colla Vella dels Xiquets de Valls. La reflexión que más se escuchó en la plaza fue la de premio ganador por méritos propios. "Nos lo merecíamos", comentaban dos veteranos castellers con la sonrisa aún en los labios. "Es un gran reconocimiento para todo el mundo casteller, no sólo por su espectacularidad, sino por todos los valores de una colla, como el respeto y la solidaridad", razonó Elena Llagostera, cap de colla de la Joves de Valls.
La fiesta se culminó con el lanzamiento de un millar de globos desde el aire, con los colores rosado y rojo de las dos colles locales, tantas veces rivales pero ayer aliadas en el festejo. Un centenar de escolares, que ayer se saltaron las clases junto a sus maestros, aprendieron, entre risas y euforia, reventando globos de colores, que los castells son mucho más que torres imposibles.
Tan convencidos estaban en Valls de que llegaría el sí desde Kenia, que a las dos de la tarde acabaron de colocar la placa conmemorativa en la fachada del Ayuntamiento; una senyera la cubrió con poco disimulo. Después, casi todos se fueron a comer y volvieron puntuales a la hora del café para vibrar con vistas a Nairobi. Valls está desde ayer un poco más cerca de Kenia.
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[Esteve Giralt, LA VANGUARDIA, 17 de noviembre de 2010.
Imagen en: sin referencia]
[Esteve Giralt, LA VANGUARDIA, 17 de noviembre de 2010.
Imagen en: sin referencia]
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