leñadores del futuro
La última vez que estuve en México le pregunté a una amiga mía por qué no viajaba a Europa más a menudo. "¡Es una lata llegar al aeropuerto y no encontrar ni un pinche cuate a quien dar unos pesos para que me lleve el equipaje", me dijo. El asunto de cargar con las maletas lo veía ella como una merma considerable de la calidad de vida. Y lo es: fue el precio que pagamos los países boyantes cuando desapareció el desempleo y ya nadie quiso asumir ciertas tareas. Entonces los Boyantes tuvimos que empezar a limpiarnos las botas, a ponernos gasolina y a hacer bricolaje. Aprendimos a meter la compra en bolsas, a responder a los contestadores y a llorar con el cajero automático cuando nos escupía la libreta en números rojos. Pero lo máximo en el "sírvase usted mismo" lo instauró la famosa cadena de muebles sueca. Antes éramos tan paletos que entrábamos en La Casa del Colchón, encargábamos un canapé, nos lo traían a casa y nos lo dejaban puesto. Pero la empresa sueca, líder en abaratar el producto a base de triturarnos las lumbares, inició en el autoservicio una senda que las demás empresas han seguido. Y una vez el sistema se habitúa a prescindir de personal, no da marcha atrás por mucho paro que haya.
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Nos acostumbraron al "búsquelo usted mismo". Y no en la exposición, donde todo "es de muestra": aunque vea usted cien papeleras verdes idénticas, recuerde: todas son de muestra. Ni se le ocurra coger una si no quiere encallarse en la caja. Quizá ya sepa que ha de apuntar la referencia para luego buscarla usted mismo en el almacén. No es tarea para analfabetos. Ni para présbitas: los cegatos las pasamos canutas anotando interminables numeritos mientras nos quitamos y ponemos todo el rato las gafas (o las lentillas).
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Nos acostumbraron al "cárguelo usted mismo": en "cómodos paquetes planos", sí, pero que pesan un huevo y precisan de buena salud y un coche adecuado. Nos acosumbraron al "envuélvalo usted mismo": y si, por desgracia, su compra es un regalo de Navidad, la cola es larga: el celo, las tijeras y el espacio en la mesa dan lugar a pequeñas reyertas entre envolvedores y más de uno acaba envolviendo por el suelo o arreándole un tijeretazo al vecino. Ventaja: no tiene usted que hacer cola para que se lo envuelvan, sino para envolverlo usted mismo. Todo ello culminaba, hasta ahora, en el "móntelo usted mismo", punto delicado que aquí preferiría obviar.
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La última vez que acudí habían introducido un nuevo concepto: "cóbrese usted mismo". Pensé que, siendo suecos, sería el cívico sistema de dejar el dinero en una bandeja. Ni hablar. Se trata de pasar tú mismo el lector de código de barras y luego introducir la tarjeta. Yo, torpe de mí, tuve que cambiar a la cola tradicional. La cajera humana trató de animarme: "Cuesta acostumbrarse a tantos avances, ¿eh?". Pues sí.
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A la salida pensaba: "Si será perverso el sistema de autoservicio que hasta la cajera humana lo defiende. Si será perverso que, miles de consumidores que podrían estar leyendo o tocando el ukelele, estarán ahora montando botelleros, mientras cientos de montadores están en paro. Si será perverso, que margina a los ancianos, a los tullidos, a los no motorizados y a los cortos de vista...". Todo esto pensé mientras decidía no volver nunca. Pero sé que volveré. A lo peor, cuando enseñe mi referencia para que me entreguen la mesa Narkjota, el empleado me mostrará un pino y me dirá: "Hemos introducido un nuevo concepto: el "hágala usted misma". Y, tendiéndome el serrucho, añadirá para animarme: "¡Cuesta acostumbrarse a tantos avances, ¿eh?". Pues sí.
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[Imma Monzó, LA VANGUARDIA, 27 de febrero de 2010.
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Vocabulario:
pinche -> persona que presta servicios auxiliares en la cocina. Aquí, del mexicano, persona que ayuda, o presta servicio.
cuate -> en Sudamérica (México principalmente), amigo íntimo.
mermar -> disminuir algo.
boyante -> próspero, con fortuna favorable.
présbito, a -> afectado de presbicia, transtorno de la visión.
cegato, a -> corto de vista.
pasarlas canutas -> expresión que hace referencia a pasar una situación dada, con dificultades.
pesar un huevo -> expresión para designar el peso excesivo de algo.
reyerta -> pelea, disputa, enfrentamiento violento.
tijeretazo -> corte hecho con la tijera en un solo movimiento.
obviar -> no prestar atención, ignorar, por ser evidente.
serrucho -> herramiento para cortar madera. Sierra de hoja ancha y de un solo mango.
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