sábado

59.1 esos locos bajitos. actualidad en la prensa


el eclipse de la autoridad

Esos locos bajitos que a veces se nos parecen a los que cantaba Serrat se saben entronizados por la sociedad. Los niños son los reyes de la casa, y de donde estén. La permisividad es un concepto socialmente más aceptado que el de la disciplina. Ellos van creciendo así, construyendo un imperio, el de su voluntad, dentro de una familia en la que la madre ha salido pero el padre no ha entrado. ¡Se educan solos!, alertan los sociólogos. Esos locos bajitos aprenden a gobernar nuestras vidas con una sutil tiranía. Y algunos (no todos) llegan a la adolescencia convertidos en auténticos dictadores, choteándose de todo, de todos, y subvirtiendo las reglas más básicas de la vida en común.
*
No debería haber ningún adolescente que, pillado en una fechoría, al escuchar su nombre en boca de un adulto, no se quede sin habla unos segundos esperando la reprimenda. Pero la realidad es la que es. La autoridad de los padres está completamente desdibujada porque esa misma autoridad ha sido abolida por los propios adultos. Me pregunto si ya hemos renunciado a asumir las responsabilidades y obligaciones del mundo en el que hemos puesto a los niños.
*
No existen límites porque estos no han sido marcados. Los adolescentes cruzan la frontera de lo tolerable, y no pasa nada. De modo que se sienten capaces de plantear un desafío abierto a los padres, a los profesores y, por qué no, a la policía. El emperador reina bajo la consigna del "¡Y a mí qué me cuentas!".
*
Es en ese punto cuando el juego de complicidades entre las parejas deja paso a un cruce de reproches y culpabilizaciones. Así que acaba siendo más fácil buscar las razones fuera de casa que dentro. Ya sabemos que detrás del desprecio a un maestro, en ocasiones hay unos padres cada vez más ocupados en socavar la autoridad del docente ante sus hijos que en ejercer la suya.
*
Las alarmas se encendieron hace ya mucho tiempo, pero tengo para mí que no le hemos hecho ni puñetero caso. Pozuelo de Alarcón como síntoma. El hecho de que cientos de adolescentes intentaran asaltar una comisaría de policía la noche del sábado en esta localidad madrileña -con una de las rentas per cápita más altas de España- es un indicador de que algo falla en el sistema educativo desde su base. No se ha sabido transmitir ni siquiera el valor de la convivencia.
*
Javier Elzo, catedrático de Sociología de la Universidad de Deusto, contaba en estas páginas el martes que despreciar la autoridad que debe infundir la policía en todo Estado de derecho es inaceptable porque se ha rebasado una línea. Podemos pensar que los chavales a los que vimos por televisión quemando coches de la policía no son nuestros hijos o seguir engañándonos creyendo que los nuestros nunca lo harán. Esperemos a ver qué pasa el próximo fin de semana.
*
[Susana Quadrado, LA VANGUARDIA, 10 de septiembre de 2009.
*
Vocabulario:
entronizar -> colocar a alguien en el trono, haciéndolo rey; ensalzar a alguien, otorgándole la máxima dignidad.
"la madre ha salido pero el padre no ha entrado" -> hace referencia a la incorporación de la mujer en el mercado laboral, haciendo que, al trabajar ambos cónyugues fuera de casa, los hijos se queden sin un referente en el seno de la familia, para su educación.
chotearse -> mofarse, pitorrearse, reirse; quitar importancia a las consecuencias.
subvertir -> invertir, destruir, desestabilizar lo establecido.
pillar -> coger, agarrar, aprehender a una persona o cosa.
fechoría -> mala acción.
reprimenda -> represión fuerte.
desafío -> reto; incitación a la competencia.
reproche -> censura, crítica, reprimenda.
socavar -> ir destruyendo o debilitando una persona o cosa.
puñetero -> que molesta, fastidia, interrumpe.
chaval -> muchacho, joven.
*
esos locos bajitos
(canta Joan Manuel Serrat)

A menudo los hijos se nos parecen,
así nos dan la primera satisfacción;
ésos que se menean con nuestros gestos,
echando mano a cuanto hay a su alrededor.
.
Esos locos bajitos que se incorporan,
con los ojos abiertos de par en par;
sin respeto al horario ni a las costumbres,
y a los que, por su bien, hay que domesticar.
.
Niño, deja ya de joder con la pelota.
Niño,
que eso no se dice,
que eso no se hace,
que eso no se toca.
.
Cargan con nuestros dioses y nuestro idioma,
con nuestros rencores y nuestro porvenir;
por eso nos parece que son de goma
y que les bastan nuestros cuentos para dormir.
.
Nos empeñamos en dirigir sus vidas
sin saber el oficio y sin vocación;
les vamos trasmitiendo nuestras frustraciones,
con la leche templada y en cada canción.
.
Niño, deja ya de joder con la pelota.
Niño,
que eso no se dice,
que eso no se hace,
que eso no se toca.
.
Nada ni nadie puede impedir que sufran,
que las agujas avancen en el reloj;
que decidan por ellos, que se equivoquen,
que crezcan y que un día nos digan adiós.


No hay comentarios: