río de janeiro, ciudad olímpica
Río de Janeiro albergará los Juegos Olímpicos del 2016. Ayer a las 18:50 horas se conoció en Copenhague, y en el mundo entero, el resultado de la última ronda de votaciones para elegir a la ciudad ganadora. Río se enfrentaba a Madrid. Previamente, en rondas anteriores, habían caído Chicago y Tokio. El resultado fue de 66 votos para la ciudad brasileña y 32 para la española. Río estalló en una enorme fiesta ciudadana. Las sonrisas de los reunidos en la plaza de Oriente en Madrid, por el contraio, se congelaron. La feliz y emocionada expectativa dejó paso al desconsuelo. El tren olímpico, al que ya estuvo a punto de montarse Madrid cuatro años trás, cuando Londres obtuvo en Singapur los Juegos del 2012, volvía a pasar de largo. Ayer fue pues para Madrid, también para España, un día triste, marcado por la decepción. Queda sin embargo la satisfacción del trabajo bien hecho, de un apoyo popular mayoritario. Y se impone la necesidad de superar la derrota, de enorgullecerse por el esfuerzo realizado y, en definitiva, de mirar hacia delante.
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Río de Janeiro partía como gran favorita. Jamás se habían concedido antes unos Juegos a un país sudamericano, y esta era una circunstancia que jugaba claramente en su favor. Brasil contaba además con otras bazas. Es una potencia emergente, tanto en lo económico como en lo político. En tiempos de recesión sigue creando empleo y ha entrado en el club de las diez primeras potencias económicas del mundo. El presidente Luiz Inácio Lula da Silva se ha convertido en una figura clave del tablero político latinoamericano, en un referente de progreso y también de moderación. En especial, cuando se le compara con la corriente que abandera el presidente de Venezuela Hugo Chávez, secundado por sus pares de Bolivia, Ecuador o Nicaragua. El prestigio de Lula sigue al alza, y no sólo entre una amplia mayoría de los 187 millones de brasileños. También en la escena global, empezando por Estados Unidos, donde la Administración de Barack Obama le tiene por un aliado de primer orden. Esta era quizás la hora de Brasil. Y la de Lula, que con esta victoria corona brillantemente su segundo mandato.
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Las bazas de Madrid, frente a este potente rival, eran varias. La capital española tiene ya construidas más del 70% de las instalaciones deportivas necesarias para acoger los Juegos. Dispone de una nueva terminal aeroportuaria y de un excelente sistema de transporte público, con la segunda red de metro europea. También ha contado con el más entregado apoyo de su población. Y, por último, pero no menos importante, ha logrado unir a todas las fuerzas políticas alrededor de la candidatura encabezada por el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón. El Rey estuvo en Copenhague defendiendo esta candidatura. También el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Incluso Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, explicaba su presencia en Copenhague junto a la delegación española con una frase que no habrá pronunciado muchas veces en su vida: "Estoy aquí para lo que me manden". Sin embargo, pese a todos estos factores, la corazonada que daba a Madrid como sede de los Juegos Olímpicos del 2016 no se cumplió.
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Precisamente, Río acudió a la batalla de Copenhague con un corazón como emblema de su candidatura. El de Madrid era una mano abierta. Es hora de tenderla al ganador, felicitarlo y desearle lo mejor.
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[Redacción, LA VANGUARDIA, 3 de octubre de 2009]
2 comentarios:
¡¡Felicidades Brasil!!
numero 1 en seguidores jaja
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