todo tiene un precio
(canta El Bezea, A fuego lento, 2007)
La Luna, el Sol, los elementos de la naturaleza
todos ellos siguen vivos pero, todo tiene un precio.
Todo, todo, y todo tiene un precio,
todo, todo, y todo tiene un precio. (x2)
todos ellos siguen vivos pero, todo tiene un precio.
Todo, todo, y todo tiene un precio,
todo, todo, y todo tiene un precio. (x2)
De qué sirve culpar cuando tú has hecho daño a alguien,
de qué sirve esperar respuestas puestas en el aire,
de qué sirve soñar con hadas y reinas del baile,
si al final te encontrarás solo, abandonao y sin nadie.
¿Sabes?, es cuestión de tiempo, ya lo he comprobado,
he visto tantas cosas y lamento no haberme coscado,
de que todo tiene un precio, todo se compra, ¿no lo ves?,
tu coche, tu piso, tu ropa, incluso tu mujer.
Qué ¿no lo crees? joder, ¿no ves?, está demostrado,
he visto torres más altas que han caído y no las han comprado,
abandonado a su mano derecha dado ese pago,
han abusado del lado asustado de los empleados del Estado.
Estando conmigo mujeres huyen,
siempre se encuentran al hombre perfecto que me sustituye,
lo que no sé es cómo ocurre, no sé si me explico,
que ¿por qué si soy tan malo todas quieren volver conmigo?
La respuesta está ahí, ¿por qué?,
porque todo tiene un precio
tu coche, tu casa, tu familia, tu piso, tus propiedades,
todo, todo tiene un precio.
Hay muchas formas de comprar, no sólo con lo material,
sino también con lo moral y todo tiene un precio,
plantéate cuánto vales y así pensarás como yo,
porque yo no tengo precio.
Mi vida de mierda escondida tras esas cortinas,
mentiras cochinas, podridas por mi madre a escondidas,
avivas el fuego, te arrimas al ego suicida
alego en vida que hasta luego, para mi ya nada es nuevo.
Mira mi cara, mi vida marcada por tí arrancada,
una infancia maldita, sábana que cada sábado manchaba,
con las lágrimas de un niño y con la sangre que brotaba,
no sólo de las heridas sino de las palabras.
Jodidas palabras que encajaba entre guantá y guantá,
y yo aguanta que aguanta llorando bajo una manta manchá,
vendí mi alma al diablo, lo reconozco,
que estuve a punto de matar a mi hija con ese aborto.
No es rencor lo que te guardo, es odio puro lo que tengo,
el micrófono es mi único amigo y ésto lo que pienso,
aprendo de lo que veo y por eso me mantengo,
por eso defiendo y reitero que todo tiene un precio.
Y es que todo tiene un precio, todo tío,
lo juro por Dios, que, que todo tiene un precio,
absolutamente todo en la vida, y todo tiene un precio.
Hay algo que se escapa a esta mierda, ¿sabes?
hay excepción, porque yo no tengo precio,
absolutamente todo en la vida, y todo tiene un precio.
Hay algo que se escapa a esta mierda, ¿sabes?
hay excepción, porque yo no tengo precio,
a mi nadie me comprará por una puta suma asquerosa de dinero,
nadie en la puta vida.
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