domingo

32.2.a laísmo. actualidad en la prensa


"la dije"
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Hay una costumbre fascinante en el habla castiza que es el laísmo institucionalizado. Según mi filtro, deberían saltar las palomas cuando tales expresiones entran en contacto con el aire, pero no. Las palomas chulapas siguen con su rucurrún como si tal cosa ante un "la dije" y otras joyas del laísmo como "la compró un bloi", "la duele la cabeza" o "la dieron un masaje" y maravillas del leísmo como "me le traes" o "pásamele"...
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Este portento afecta a todos los estratos sociales y decora las calles, las tiendas y los bares de la capital de una cantinela malsonante para el oído extranjero, que acaba por aceptarla con simpatía por la impunidad con la que se comete. Como catalana infiltrada en Madrid agradezco este espacio para purgar mi urgencia por compartir faltas directas a la lengua. Todos pateamos el diccionario en mayor o menor medida, yo la primera; eso no quita que haya patadas muy espectaculares dignas de mención.
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El la dije provoca tres reacciones químicas en mi organismo que se suceden en el siguiente orden: A) Sorpresa: la dije entra por mis oídos y mi cuerpo se tensa. B) Alerta: busco una mirada cómplice en el resto de los oyentes, o la cámara oculta que retrate el suceso la dije como una broma. C) Hilaridad: al comprobar que no es una broma, me entra la risa. Suena la dije y quiero aplaudir, y para no parecer una chiflada empujo mi euforia hacia un punto más pequeño, una risa íntima conmigo y para mí; me digo, ¿has oído eso?, y me respondo: sí, sí, jiji. Y por último, D) Resignación: me doy cuenta de que estoy sola y de que no tienen ningún sentido que siga riéndome de las costumbres ajenas, que por otro lado es muy feo. Con el tiempo voy descubriendo que los puntos A, B y C se atenúan a la vez que el D se establece tristemente en mis venas. Perder la capacidad de reír tampoco es bueno, y las ganas de decir ¡olé! tras un la dije es una pérdida, y una nimia demostración de que el ser humano se adapta a cualquier ecosistema nuevo, lenguaje incluido.
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El uso de las formas pronominales la/las en función del complemento indirecto, es decir, donde debe utilizarse le/les, es la sencilla explicación por la cual el la dije es incorrecto según la norma, pero no es un tema falto de debate para académicos y escritores. Inés Fernñandez-Ordóñez, nueva integrante de la Real Academia Española, considera que es "un sistema alternativo propio de la zona de Castilla", algo así como un signo de identidad. La flamante académica es precisamente una devota estudiante de la realidad viva de la lengua, en especial del laísmo, leísmo y loísmo, y como tal, afirma que "la lengua es un fenómeno en perpetua metamorfosis que no puede regirse ni explicarse mediante criterios rígidos de corrección o incorrección". Estoy de acuerdo, no se puede luchar contra la evolución.
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Pues habrá que hacerla caso.
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[Martina Klein, LA VANGUARDIA, 27 de diciembre de 2008]

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El laísmo, leísmo, loísmo, consisten en el uso inadecuado de los pronombres le, les, la, las, lo, los; es decir, usarlos en una función sintáctica diferente de la que les corresponde.

Para el complemento indirecto se emplean siempre los pronombres le, les (casos de laísmo y loísmo).


Para el complemento directo lo correcto es emplear siempre lo, la, los, las (casos de leísmo).

La Real Academia Española considera aceptable el leísmo si el c. d. es un ser humano masculino y singular, pero no si es un animal o una cosa, o plural: A tu primo le vi ayer (leísmo aceptado).

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a) Localiza los casos de leísmo y di cuales son inaceptables:

1. No le digas eso a tu padre.
2. A tu amigo le llevé ayer al cine.
3. Ese mueble le compramos en El Corte Inglés.
4. A tu cuñada y a tu novia les vimos ayer.
5. Pero a tus hermanos no les vimos.
6. Coge ese balón y tíramele.
7. Ese soneto ya le oí el curso pasado.
8. Señores, les veré mañana por la mañana.

b) Corrige los casos de loísmo que puedan aparecer:

1. Ayer vimos a tu suegro y lo dimos el encargo.
2. No los digas los secretos a tus amigos.
3. A mi vecino lo atropelló un coche y lo rompió un brazo.
4. A todos los daremos su merecido.
5. Si los ves, comunícalos rápidamente la noticia.

c) Corrige los casos de laísmo:

1. Lávate las manos y luego sécatelas.
2. No las digas nada todavía.
3. Ayer las vieron en el parque.
4. Las compraremos a tus amigas el regalo.
5. Dila a tu madre que la llamaremos más tarde.
6. Ayer no la encontré, pero mañana la pagaré a usted la deuda.

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