franceses por un día
Por coherencia, la etapa de ayer requería de una ambientación adecuada. Si la prueba se llama Tour de Francia, había que fingir ser franceses. Tras pagar los oportunos sobornos, se consiguió que el clima degenerara en una lluvia persistente, inoportuna, típicamente francesa, de esas que solían castigar algunas etapas del Tour cuando, antiguamente, lo seguíamos con las ventanas abiertas, a pleno sol, admirando campanarios góticos y cultivos racionales. Una vez resuelto el tema de la luvia, fingimos beber Vittel en lugar de Font Vella y conocer los productos anunciados por la caravana publicitaria. También nos sacamos de la manga una ola amarilla que salió razonablemente mal y admiramos el esfuerzo sobrehumano de unos deportistas extraordinarios (tan sobrehumano que, a veces, obliga a tomar pócimas, hormonas de crecimiento, testosteronas intramusculares, esteroides y anabolizantes).
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La vista aérea era impresionante: gente, rotondas más o menos horribles y los sucesivos pueblos, volcados con un entusiasmo mediáticamente recalentado. Y llegó Barcelona, con sus aires de plató, ofreciéndose al pelotón. Y entonces algunos corredores se encontraron con una de las trampas locales más peligrosas: pasos cebras con una pintura tan particular, que, cuando se moja, multiplica su capacidad para desestabilizar al peatón, al conductor, al motorista y al ciclista. Los indigenas conocemos estas trampas. Tenemos, en nuestras familias, casos de fracturas y de resbalones dolorosos (pregunten a mensajeros y repartidores de pizzas).
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Pero esos valerosos corredores, que habían superado tropocientos kilómetros y vencido a la lluvia falsamente francesa, no pudieron evitar caerse al pisar nuestra peculiar pintura. Las maldiciones que profirieron confirman el carácter plurinacional y globalizador de esta ciudad. Ah, y no se descarta que el Servei Català de Trànsit multe a los corredores que superaron los 50 km/h.
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[Sergi Pàmies, LA VANGUARDIA, 10 de julio de 2009]
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vaya, vaya, aquí no hay playa
La calle Marina, como la Diagonal Mar y la Rambla del Poble Nou, pertenece a los nuevos itinerarios de los turistas desde que Barcelona se abrió al mar. Está rotulada como "carrer de la" Marina, precedida del artículo que sugiere barcos de guerra, corbetas, acorazados y destructores: nada más lejos de este bulevar amplio, que invita al paseo reposado, con sus palmeras que gozan de buena salud, como bien saben las cotorras, estorninos y demás fauna que halla en la zona su solaz y su sustento. Como enlaza la Sagrada Família con el Port Olímpic y las playas, pasando por la Monumental, es paso obligado para los guiris. Por eso ayer, en el cruce con Consell de Cent, los del país éramos minoría. Cerrado por vacaciones el histórico y monumental colegio Raimon Llull (1931), la lluvia también había desconvocado a los chicos que a diario ocupan la cancha de baloncesto de los jardines de Clotilde Cerdà, su particular Harlem.
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A las cuatro, la gente del barrio ya empezaba a alinearse junto a las vallas en orden y silencio. Pero, a la media hora, ya mandaban los turistas, alguno tan confundido que no dudó en preguntar a qué venía todo eso. Con mirar al chiringuito que unos franceses habían montado en la fachada del hotel Eurostar, con camisetas, gorras y guantes de los equipos (maillot amarillo a 15 euros), habría salido de dudas. Pero tanto los que venían como los que volvían de la Sagrada Família, se quedaron a esperar, la hora y pico larga, junto al público local, sorprendidos todos por el alarde de motoristas uniformados, una carrera dentro del Tour. Locales y visitantes apenas acertamos a levantar las cartulinas amarillas cuando pasó a todo trapo David Millar. Pero nos quedamos todos para animar a tope a la pareja de farolillos rojos, anónimos y magullados. tras su paso, empezaron a retirar las vallas, el barrio recobró la normalidad y para hoy se anuncia sol. Día de playa.
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[Enric Bañeres, LA VANGUARDIA, 10 de julio de 2009.
Imagen: la avenida Diagonal, en: http://www.flickr.com/]
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Vocabulario:
soborno -> dinero o regalos con que se corrompe a alguien para conseguir algo, normalmente ilegal o inmoral.
cultivo racional -> hace referencia al tipo de cultivo que, visto desde el aire, presenta cierta regularidad, cierta geometría.
volcarse -> favorecer a alguien o a una finalidad en todo cuanto se pueda, atendiéndola con gran cuidado. Dedicarse de lleno.
pelotón -> conjunto de corredores que marchan en grupo.
trampa -> cualquier sistema o dispositivo para cazar animales sirviéndose del engaño.
resbalón -> movimiento rápido y brusco al deslizarse -resbalar- por una superficie.
tropocientos -> palabra que hace referencia a un número elevado, excesivo, pero indeterminado. Es una exageración de una gran cantidad.
cotorra -> ave de origen americano, que en la ciudad de Barcelona presenta una gran colonia, dado las características que favorecen su reproducción. Persona muy habladora.
estornino -> ave migratoria presente en la península durante el verano.
guiri -> voz popular que hace referencia al extranjero turista que visita nuestro país. El estereotipo se refiere al turista de piel blanca que por efectos del sol rápidamente enrojece.
chiringuito -> quiosco o puesto de bebidas y comidas sencillas al aire libre.
hora y pico -> pico, hace referencia a una cantidad indeterminada, que no llega a l siguiente número redondo. Dos horas y pico -> podría ser entre un minuto y cincuenta y nueve minutos. Me ha costado tres euros y pico.
alardear -> presumir, hacer ostentación de algo.
magullado -> de magullar, causar contusiones en un cuerpo al golpearlo, sin producir herida. Sentirse muy cansado, como si hubiera recibido una paliza.
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