el presente continuo
Preguntaron a una miss por cuándo se descubrió América. Y dijo que hacia 1980... Parecidas respuestas se obtendrían de miles de encuestados para quienes no sería extraño situar en 1850 la revolución rusa o en 1300 la guerra de Vietnam. Cada día hay más gente incapaz de poner mínimamente en orden hasta los hechos más determinantes de su propia vida personal. Al fin y al cabo, ¿qué importa situar en las fechas correctas los acontecimientos más significativos de la historia, si la historia ha dejado ya de considerarse en buena parte como el espacio-tiempo en que unos y otros hemos construido nuestra vida en común?
*
La noción de marco cronológico va desapareciendo de la vida de la gente. Y es que, ya no hay fin, no hay principio. ¿Cómo vamos a poner en orden cronológico una serie de hechos si el simple poner en fila india algo (y, en consecuencia, el guardar turno o respetar la cola) ya parece superado? Vivimos, y tan a gusto, en un permanenete totum revolutum.
*
Especialmente los adolescentes viven en una especie de presente continuo. En el que por una parte está la nostalgia de la infancia que va quedando atrás y por la otra la prevención hacia lo que puede suceder en adelante. No hay futuro, expectativas. Y si no hay futuro, tampoco hay pasado. Sólo presente. Hasta el punto de que muchos ya no distinguen entre el pasado próximo y el remoto.
*
Alguien ha sugerido que esta es otra de las cosas que nos han venido de Estados Unidos, que es un país sin apenas historia, o con una historia que olvidar (para que, así, gentes de las procedencias más dispares lleguen al mismo nivel de un presente construido no sobre las raíces sino sobre la noción de ciudadanía).
*
La escuela hace ya muchos años que dejó de imponerse como un deber de cara a la construcción de seguridades personales el simple hecho de poner fecha a las cosas. Recuerdo que ya en los inicios del posfranquismo un amigo ilustrado me sorprendió motejando amargamente a las maestras progres de la escuela de sus hijos -una de aquellas autodenominadas escuelas activas- como "militantes de la antimemoria".
*
Entre otras patologías tan malsanas como la aluminosis de los edificios, la ideología pedagogista de los últimos cuarenta años (que no es exclusiva de aquí, sino común a toda la Europa que perdió, en la hiperabundancia, el sentido del progreso) ha desprestigiado de tal modo el pensamiento racional que hasta parece haber conseguido dinamitar los fundamentos de lo que se llamó civilización occidental de base grecolatina.
*
Ahora todo lo queremos rápido, y simultáneo. Y no sólo está cambiando la vivencia del tiempo, entendido como una continuidad de relaciones de causa efecto. Un modo de pensar alérgico a la secuencialidad propia del pensamiento racional está deteriorando muy seriamente incluso el lenguaje tal como ha sido entendido hasta ahora.
*
[Oriol Pi de Cabanyes, LA VANGUARDIA, 4 de enero de 2010.
Imagen en: http://www.educared.org.ar/]
*
Vocabulario:
fila india -> la fila o hilera que forman varias personas, una detrás de otra.
motejar -> censurar las acciones de una persona a través de un mote o un apodo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario