Dos turistas de Barcelona que hacían escalada en Cerdeña fueron rescatados gracias a un servicio de traducción oficial que los ayudó a hablar con quienes fueron a salvarlos
rescate con traductor en la montaña sarda
rescate con traductor en la montaña sarda
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Es una historia de rescate en la montaña, con final feliz. De ella se derivan varias lecciones. Para hacer escalada no sólo se necesita entrenamiento y un equipo adecuado. También es imprescindible saber idiomas.
Los hechos tuvieron lugar el lunes y el martes de esta semana en el macizo del Gennargentu, en el centro de la isla de Cerdeña. Según la versión ofrecida a este diario por los bomberos que los salvaron -pues fue imposible localizar por teléfono a los rescatados-, dos alpinistas de Barcelona, Ferran Negre y Jesús Macía, de 32 y 33 años, respectivamente, estaban escalando una pared de unos 600 metros. Durante los primeros 400 metros, todo fue bien, pero a partir de ahí se quedaron bloqueados por la dificultad del ascenso. No podían ni seguir adelante ni bajar.
Es una historia de rescate en la montaña, con final feliz. De ella se derivan varias lecciones. Para hacer escalada no sólo se necesita entrenamiento y un equipo adecuado. También es imprescindible saber idiomas.
Los hechos tuvieron lugar el lunes y el martes de esta semana en el macizo del Gennargentu, en el centro de la isla de Cerdeña. Según la versión ofrecida a este diario por los bomberos que los salvaron -pues fue imposible localizar por teléfono a los rescatados-, dos alpinistas de Barcelona, Ferran Negre y Jesús Macía, de 32 y 33 años, respectivamente, estaban escalando una pared de unos 600 metros. Durante los primeros 400 metros, todo fue bien, pero a partir de ahí se quedaron bloqueados por la dificultad del ascenso. No podían ni seguir adelante ni bajar.
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Ferran -guardia forestal- y Jesús -policía- carecían de comida y bebida. Se hacía de noche. Estaban asustados pero no heridos. "Se encontraban un poco desarmados", declaró con cierta ironía Sauro Mazzanti, coordinador del salvamento realizado por el cuartel de bomberos de Nuoro y habituado a estos incidentes. Según esta fuente, los alpinistas habían adquirido en Barcelona una guía de montaña de Cerdeña que resultó inexacta sobre la complejidad de la escalada que emprendieron. En el libro parecía una empresa fácil. La realidad no fue así.
Los alpinistas llamaron al número de emergencia, el 112, para pedir ayuda a los Carabineros y a los bomberos, pero su desconocimiento del italiano y del inglés -y probablemente también los nervios- les hacía imposible explicarse. No lograban describir su ubicación exacta ni los problemas que tenían. Fue entonces cuando entró en acción el servicio Easy Italia-linea amica per il turismo, dependiente del ente público Formez PA, del Ministerio de Turismo italiano. Se trata de un servicio telefónico con intérpretes en siete lenguas, pensado para turistas en dificultades (número 039-039-039).
Los alpinistas llamaron al número de emergencia, el 112, para pedir ayuda a los Carabineros y a los bomberos, pero su desconocimiento del italiano y del inglés -y probablemente también los nervios- les hacía imposible explicarse. No lograban describir su ubicación exacta ni los problemas que tenían. Fue entonces cuando entró en acción el servicio Easy Italia-linea amica per il turismo, dependiente del ente público Formez PA, del Ministerio de Turismo italiano. Se trata de un servicio telefónico con intérpretes en siete lenguas, pensado para turistas en dificultades (número 039-039-039).
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Gracias a la eficaz labor de un traductor en castellano, los escaladores pudieron explicar dónde se hallaban. Era ya demasiado tarde para el rescate, pero sí los pudieron tranquilizar y dar instrucciones, entre ellas la de no gastar la batería del móvil. El equipo de rescate -compuesto por 12 bomberos- se movilizó al alba. Tras una marcha de cuatro horas, llegaron al lugar donde estaban los alpinistas y les ayudaron a cubrir los 200 metros que les faltaban hasta superar la pared, para después abandonar la zona y ponerlos definitivamente a salvo.
El servicio Easy Italia estaba orgulloso de haber contribuido al rescate de los "turistas españoles". Se da la circunstancia curiosa de que los bomberos los llevaron luego al cercano pueblo de Oliena, donde hay un santuario a la Virgen de Montserrat. "Agradecimos el milagro -bromeaba un bombero-. Estaban cansadísimos, pero fueron valientes".
El servicio Easy Italia estaba orgulloso de haber contribuido al rescate de los "turistas españoles". Se da la circunstancia curiosa de que los bomberos los llevaron luego al cercano pueblo de Oliena, donde hay un santuario a la Virgen de Montserrat. "Agradecimos el milagro -bromeaba un bombero-. Estaban cansadísimos, pero fueron valientes".
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[Eusebio Val, LA VANGUARDIA, 9 de septiembre de 2010. Imagen en: http://terrasarda.cat/
[Eusebio Val, LA VANGUARDIA, 9 de septiembre de 2010. Imagen en: http://terrasarda.cat/
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