sábado

90.2 de interés y alivio para practicantes. actualidad en la prensa


en cada colada se pierde un páramo

La nota de la agencia Efe viene fechada en Madrid y dice: "Con el fin de simplificar la escritura la editorial madrileña Wei Lai Futuro ha decidido publicar el primer libro sin una sola tilde, la novela Huida a Jerte, de Martín Ortega Carcelén. Según la nota de prensa de la editorial, la ausencia de tildes en la lengua española es un cambio ortográfico muy sencillo, con claras ventajas y pocos inconvenientes. Para Wei Lai Futuro, creada por un grupo de escritores internacionales, la ausencia de acentos ayudará a los jóvenes y a los extranjeros que aprenden el español. Su argumento es que el latín se escribía y se leía sin tildes, y que hoy el inglés y el alemán, entre otras lenguas, tampoco las usan".
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Desde siempre y en todas partes hay gente que aboga por simplificar las ortografías de las lenguas. Hace años, García Márquez votó por jubilar la ortografía ("terror del ser humano desde la cuna", según su opinión); por acabar de una vez con el conflicto entre la ge y la jota (que Juan Ramón Jiménez solucionó a su manera, de forma drástica); por enterrar las haches (como hicieron los italianos el siglo pasado); y también por suprimir los acentos escritos. En 1990 hubo revisión ortográfica en Francia, y también en Portugal, pero esta última se aplazó, creo. En alemán, la reforma de los años noventa provocó manifiestos de escritores que se negaban a abandonar la ortografía tradicional. Para el catalán circulan propuestas de eliminar la ce con cedilla (que según los casos sería sustituída por la ese o una doble ese), la hache (a la italiana: sólo sobreviviría en los tiempos verbales), la ele geminada...
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Aunque la nota de Efe lo llame aún Martín Ortega Carcelén, el autor de Huida a Jerte sacrifica gustoso sus dos tildes para convertirse en Martin Ortega Carcelen. No sería lógico que la novela apareciese sin tildes y él las mantuviese en su nombre y su apellido. Así pues, es ya Martin (como Martin Sheen o Martin Axenrot) y Carcelen, como la tercera persona del plural del imperativo de encarcelar pero desechando las dos letras iniciales para centrar toda la atención en el concepto cárcel. Me parece buena idea. ¡A la basura aquel viejo ejemplo de que, sin tildes, no sabríamos si "Daniel vino solo a comer " (es decir, sin compañía) o si "vino sólo a comer" (a hartarse y nada más)! Si no queda claro, mejor. El hecho de que sin tildes no se sepa si la "sabana" que aparece en el texto es de las que se utilizan en la cama para taparse o una llanura tropical no hará sino añadir misterio a los relatos. Desde que la modernidad arrastró la ficción hacia las vanguardias, el nouveau roman, el telquelismo y la metanarrativa, muchas novelas han triunfado precisamente por el hecho de que no se acabe de entender qué sucede exactamente. Así el lector no se atreve a confesar que el libro no le ha interesado en absoluto y calla para no quedar como un lerdo.
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[Quim Monzó, LA VANGUARDIA, 17 de junio de 2010.
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Vocabulario:
abogar -> defender, hablar en favor de alguien.
ce con cedilla -> se escribe ç.
ele geminada -> se escribe l·l.
lerdo -> torpe, tardo para entender algo.

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