domingo

29.5 siglo XVII. velázquez. actualidad en el prado

velázquez

Velázquez es reconocido universalmente como uno de los artistas más grandes del mundo. El maestro del estilo naturalista nació en Sevilla en 1599 y murió en Madrid en 1660. Con la diversidad brillante de pinceladas y de armonías sutiles del color, él alcanzó los efectos de la forma y de la textura, del espacio, de la luz, y de la atmósfera, que le hacen el principal precursor del impresionismo francés del siglo XIX.
*
Se formó como pintor en España y en dos viajes a Italia. Desde bastante joven fue pintor de la corte en Madrid: primero de Felipe III y luego de Felipe IV, bajo cuyo reinado pintó algunas de sus obras más conocidas. En la vida de Velázquez la intervención de los reyes españoles en Europa hizo que conociera largos años de guerra. Una de sus pinturas más logradas, la Rendición de Breda (más conocido como Las Lanzas), es conmemorativo de una victoria de los tercios españoles en Holanda en 1625. Holanda se independizaría de España sólo quince años después. Es irónico que cuando los ejércitos reales se retiraban, los de ficción avanzaban. El cuadro es un prodigio de la composición y del efecto de profundidad.
*
Aunque en el siglo XVII el estilo imperante era el barroco de tema religioso, la obra sacra de Velázquez es reducida. Más apreciados son sus retratos, que pintaba por encargo a personajes ilustres y adinerados de la época, papas, reyes, y también los enanos de la corte. En los retratos de enanos Velázquez muestra su gran maestría en el tratamiento de la expresión de la cara y el cuerpo humano. Se refleja en ellos el afecto que recibían los enanos en la corte, cuyo trabajo era entretener a los poderosos.
*
Uno de estos personajes también aparece en el cuadro considerado como la gran obra maestra de Velázquez, Las Meninas. Es una imagen de una sala de palacio en la que se encuentran las infantas (las hijas del rey) posando para un cuadro que pinta el propio Velázquez. Las infantas están acompañadas de una enana que mira con dignidad y varios perros. Al fondo de la sala se ve un espejo en el que se reflejan los reyes. Con esta inteligente composición logró el pintor captar un momento de la vida de palacio de una forma que sigue captando hoy nuestra atención, como si se tratara de una fotografía instantánea y no un cuadro al uso de la familia real. La técnica es impecable, captura la atmósfera luminosa de un día de sol. Se dice que en este cuadro Velázquez consiguió pintar el aire.

No hay comentarios: