Tuve mi primera sospecha de tendencia antisocial cuando oí al cantante brasileño Roberto Carlos estrenar Yo quiero tener un millón de amigos. Sólo se me ocurrieron inconvenientes a la canción. ¿Quién los pone de acuerdo para el viernes por la noche? Eran los setenta del pasado siglo. Por entonces no había teléfonos móviles, ni mensajes cortos, ni correo electrónico... ¿Dónde nos van a dar de cenar si no llamas con unos años de antelación? Si para determinadas intimidades tres son multitud, ¿dónde vamos con los 999.997 restantes? ¿Cómo afrontas esos años en que se casan los amigos? Aunque se unan entre ellos, te falta fines de semana para celebrarlo y dinero para regalos. No acabarás de casar a los últimos y se separarán los primeros.
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Sin quererlo, a lo largo de los años he convertido la canción propuesta en canción protesta y compuesto una cara B: "Yo no quiero tener un millón de amigos". ¿Para qué quería Roberto Carlos tener un millón de amigos? En primera instancia para "así más fuerte poder cantar", un interés que no comparto. Como coro es muy grande y no es económico que las voces superen en número al público. Si sigues oyendo la canción o leyendo su letra en alguna página web que la haya traducido, ves que el bueno de Roberto Carlos quería un millón de amigos para actividades de buen rollo setentero, algo fumadas quizás ("yo sólo quiero mirar los campos, yo sólo quiero cantar mi canto"). Cositas buenas que pedía para él y para su hijo y para todos los demás.
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Ahora sabemos que las cosas no funcionan así. Si vas con un millón de amigos a cualquier parte, lo consideran una invasión. Da igual que digas que vienes en plan de amigos a llevar la democracia y la libertad de mercado. Lo normal es que el sitio donde acudes tenga más de un millón de personas que antes se llevaban mal y que, en un periquete, se amigan en contra de un millón de amigos. El que ya estaba en casa juega con la ventaja de seguir en casa. Estados Unidos y sus aliados han entrado en países con un montón de amigos bien armados y entrenados y se les ha complicado mucho permanecer y salir. Y eso que la propaganda ha insistido mucho en que iban en plan Roberto Carlos: "Yo quiero creer la paz del futuro / quiero tener un hogar seguro. / Quiero a mi hijo pisando firme, / cantando alto, sonriendo libre". ¿Quién no quiere eso?
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En la realidad no puedes tener un millón de amigos y en la virtualidad tampoco. Los que quieren tener un millón de amigos en las redes sociales disponen de empleados para atenderlos y eso son relaciones comerciales, no de amistad. Ahí se han instalado empresas, productos y particulares en busca de negocio, donde la mayoría sólo quiere compartir gustos y afinidades en el tiempo libre. Las personas normales que enredan por las redes sociales no quieren tener un millón de amigos agregados aunque quepan dentro de un ordenador. Esto conviene comentárselo a los adolescentes que se han creído la falsa necesidad de "ser populares" que regueldan las series de instituto de Canal Disney y todos esos concursos de cantar, bailar, vaguear y comer insectos en los que se pierde por expulsión.
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[Javier Cuervo, Magazine, 18 de julio de 2010]
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un millón de amigos
(canta Roberto Carlos)
Yo sólo quiero mirar los campos, yo sólo quiero cantar mi canto, pero no quiero cantar solito, yo quiero un coro de pajaritos.
Quiero llevar este canto amigo a quien lo pudiera necesitar Yo quiero tener un millón de amigos y así más fuerte poder cantar. Yo quiero tener un millón de amigos y así más fuerte poder cantar.
Yo sólo quiero un viento fuerte, llevar mi barco con rumbo norte, y en el trayecto voy a pescar para dividir luego al arribar.
Quiero llevar este canto amigo ...
Yo quiero creer la paz del futuro, quiero tener un hogar seguro. Quiero a mi hijo pisando firme, cantando alto, sonriendo libre.
Quiero llevar este canto amigo ...
Yo quiero amor siempre en esta vida, sentir calor de una mano amiga, quiero a mi hermano sonrisa al viento, verlo llorar pero de contento.
Quiero llevar este canto amigo ...
Venga conmigo a ver los campos, cante conmigo también mi canto. Pero no quiero cantar solito, yo quiero un coro de pajaritos
el sector turístico quiere rentabilizar los valores de pasión, elegancia y compañerismo que transmite la selección española
a por el turismo 'rojo'
Modernidad, juventud, pasión, alegría, perseverancia, tenacidad, compañerismo, elegancia, buen juego... ¿Qué otra campaña de publicidad podría transmitir estos valores a tantos millones de personas de todo el mundo? "Ninguna, y esos valores en un momento en que los turistas buscan emociones, es impagable, es evidente que esto beneficiará al sector turístico", mantiene José Luis Zoreda, vicepresidente Ejecutivo de Exceltur, la asociación de los grupos empresariales turísticos españoles. Aunque no hay cifras del impacto que el triunfo de la selección española puede tener en el sector, la secretaría de Estado de Turismo ya promociona el país con la roja. El referente más cercano es el de Italia del 2006. Tras el triunfo de la selección italiana, el país recibió 41 millones de turistas, un 12,4% más que en el año anterior, mientras que en España el incremento fue aquel mismo año del 3,7%.
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"Se ha ganado mucho más que un partido de fútbol, la traslación de los valores que proyecta la selección española puede ser mucho más efectiva que cualquier campaña; otorga un potencial y una imagen de la marca España muy potente y que durará años", mantiene Zoreda quien añade que "cada vez más las decisiones se toman a última hora y eso puede influir a muchos turistas que estaban indecisos". La potente imagen que España está proyectando al mundo a través del deporte, también del tenis con Rafael Nadal; el baloncesto con Gasol; el motociclismo o el automovilismo, abre un nuevo mercado a explotar: el del turismo deportivo. "Podría ser un complemento bueno para desestacionalizar el sector", reflexiona Zoreda.
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"Nuestra forma de jugar es también nuestra forma de vivir. ¡Enhorabuena chicos!". Con este lema, acompañado por el Visit Spain, la Secretaría de Estado de Turismo insertó ayer y lo hará durante tres días anuncios en periódicos de los 25 países que más turistas emiten a España. Desde el Financial Times, el Corriere della Sera o el Daily Telegraph "y periódicos de mercados emergentes como China, Japón, Corea, India o Brasil", añaden fuentes del ministerio, que ha llevado a cabo varias acciones promocionales durante todo el Mundial.
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La estrategia de Turespaña de vincular la promoción turística con el deporte arrancó a finales del año pasado con la selección española de baloncesto. Y además del contrato por tres años firmado con la Federación Española de Fútbol, también hay que añadir el acuerdo con Baleares que utiliza la imagen de Rafael Nadal como icono de las islas.
España se proclamó, por vez primera vez en su historia, campeona del mundo del fútbol, después de derrotar, por 1-0, a Holanda en la final, disputada en el Soccer City de Johannesburgo (Sudáfrica), con un gol del centrocampista Andrés Iniesta, en el minuto 116.
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. España, que hasta Sudáfrica 2010 había sido cuarta en Brasil'50 como mejor resultado, ganó su primer título de la Copa del Mundo en su primera final.
